La sesión con Ismael en el parque de Montrove, en Oleiros, fue un homenaje a la paleta dorada y cobriza del otoño. El escenario era un lienzo vivo: una alfombra de hojas crujientes en tonos de ámbar, carmesí y ocre cubría los senderos, mientras la luz tamizada por las ramas de los árboles creaba un ambiente íntimo y mágico. Ismael, con su figura esbelta y juvenil, se movía con una soltura natural, vistiendo una combinación estudiada de clásico y moderno. El icónico abrigo de piel, lanzado con desenfado sobre sus hombros, contrastaba con piezas de corte actual, creando una imagen de una elegancia atemporal que resaltaba su físico sin necesidad de mostrarlo explícitamente.
Fue una sesión marcada por la risa y la complicidad. Lejos de las poses rígidas, buscamos capturar la cercanía y la espontaneidad de Ismael. Corríamos entre los árboles, lanzábamos hojas al aire y aprovechábamos cada rincón del parque Ibarrola. El contraste era fundamental: la textura rústica de un tronco contra la fina lana de su jersey, la vitalidad de su juventud contra la madurez serena del paisaje. El resultado fue una galería de imágenes que respiraban belleza auténtica, donde la elegancia clásica y la diversión moderna se entrelazaban tan armoniosamente como los colores del otoño gallego.
IG de Ismael:  @2m4u_u

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